Noviembre 30 2010
PNV y Hamaikabat siguen negociando como repartise la poltrona
Todavía sufriendo la resaca de la encuesta electoral elaborada por la Diputación Foral de Gipuzkoa Hamaikabat, la formación creada por transfugas que abandonaron Eusko Alkartasuna pero no así los cargos que correspondían a este partido, ha acudido hoy a Bilbao a la sede del PNV para seguir negociando como repartirse los cargos de cara a las próximas elecciones municipales y forales.
Tal y como puede apreciarse en la foto por la parte de Hamaikabat ha acudido nada más y nada menos que Martin Beramendi. Entre el currículum de Beramendi podemos encontrar el haber ostentado la alcaldía de Oiartzun durante la legislatura 2003-2007, periodo durante el cual presuntamente se aprovecho del cargo y del sueldo de los contribuyentes pegándose suculentas comilonas, o el continuar cobrando sueldo publico como asesor del Diputado General de Gipuzkoa después de haber anunciado que abandonaba el cargo de designación que ocupaba para dedicarse íntegramente al partido que habían montando el y el resto de transfugas de Hamaikabat.
Más pronto o más tarde la confluencia entre Hamaikabat y el PNV va a ser una realidad, de hecho en numerosas ocasiones cuesta saber cual de las dos formaciones esta más escorada hacía la derecha y el autonomismo. Mientras esto sucede los dirigentes de ambas formaciones se reúnen para solventar las pequeñas discrepancias que han podido surgir entorno a su venidera convergencia electoral.
Cualquiera podría pensar que están limando asperezas entorno a un programa electoral, el gran caballo de batalla en toda gran coalición que se precie, pero nada más lejos de realidad. Las desavenencias entre jeltzales y transfugas se limitan exclusivamente al orden en las listas electorales y al reparto posterior de los cargos correspondientes. Todo un ejemplo de sus profundos valores democráticos.
De la misma manera que el principio de Hamaikabat estaba escrito hacía mucho tiempo, su final no hace tanto que comenzó a redactarse pues se trata de una crónica ya anunciada. Los peces gordos (léase Galdos, Beramendi y cía.) encontraran acomodo en el seno del PNV mientras el resto de seguidores se verán en la calla abandonados y traicionados por su carismático líder, y es que a la vista de los datos aportados por la encuesta encargada por la propia Diputación Foral de Gipuzkoa van a ser muchas las bocas las que se van a quedar sin poder llevarse nada a la boca.
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